martes, 14 de octubre de 2008

NOTA DE LECTURA DEL ARTICULO DE M.CAPARROS EN LA REVISTA VIVA.Por Matías Stocchetti

Es evidente que el autor escribió la nota de la revista en base a lo que ya tenia escrito para su libro “El interior”.
Al hacer esto Caparros esta conciente de que el lector de “Viva” tal vez no sea el mismo que después leerá su libro. Es por eso que realiza determinadas operaciones para adecuar el capitulo de su libro a otro tipo de lectura. Entre estas operaciones podemos distinguir la desaparición casi total de los párrafos dedicados a la contextualizacion histórica ( Como cuando describe el episodio de “Cabeza de vaca”).
A pesar de la construcción de una lectura más amena Caparros deja espacio para la reflexión y para dejar trascender sus ideas sobre ciertos temas. De esta forma, va “atrapando” al lector, lo va conduciendo a través del articulo, contándole un cuento. Hasta que sobre el final da “su golpe de gracia”. La introducción de la denuncia social, despojada y fría, pero sin “bajada de línea”. El autor hace visible, dándole voz, la realidad de un hombre abandonado por su mujer con cuatro hijos y uno de ellos dicapacitado. Lo mas duro viene cuando el lector se entera de que la ex mujer del hombre hace el abandono de hogar luego de vender al hijo recién nacido de la pareja, sin siquiera permitir que el padre lo viese. A través de este caso el lector va enterándose del drama social de la venta de niños en Misiones- en este caso-.
Este párrafo fue trascripto del capitulo del libro sin modificaciones.



Es evidente que el autor escribió la nota de la revista en base a lo que ya tenia escrito para su libro “El interior”.
Al hacer esto Caparros esta conciente de que el lector de “Viva” tal vez no sea el mismo que después leerá su libro. Es por eso que realiza determinadas operaciones para adecuar el capitulo de su libro a otro tipo de lectura. Entre estas operaciones podemos distinguir la desaparición casi total de los párrafos dedicados a la contextualizacion histórica ( Como cuando describe el episodio de “Cabeza de vaca”).
A pesar de la construcción de una lectura más amena Caparros deja espacio para la reflexión y para dejar trascender sus ideas sobre ciertos temas. De esta forma, va “atrapando” al lector, lo va conduciendo a través del articulo, contándole un cuento. Hasta que sobre el final da “su golpe de gracia”. La introducción de la denuncia social, despojada y fría, pero sin “bajada de línea”. El autor hace visible, dándole voz, la realidad de un hombre abandonado por su mujer con cuatro hijos y uno de ellos dicapacitado. Lo mas duro viene cuando el lector se entera de que la ex mujer del hombre hace el abandono de hogar luego de vender al hijo recién nacido de la pareja, sin siquiera permitir que el padre lo viese. A través de este caso el lector va enterándose del drama social de la venta de niños en Misiones- en este caso-.
Este párrafo fue trascripto del capitulo del libro sin modificaciones.

UN DIA DE JUNIO. Por Matias Stocchetti

“Caminé por las calles desiertas, o casi desiertas, de una zona de chalets. Algunos habitantes, a pesar de la hora matinal, ya estaban levantados; me miraban pasar desde los garajes. Parecían preguntarse qué estaba haciendo yo allí. Si me hubieran abordado, me habría costado mucho contestarles. En efecto, nada justificaba mi presencia allí. Ni en ninguna parte, a decir verdad”.


Era un día de junio, la verdad tenía mucho frío y hambre. Lo que primero necesitaba era encontrar refugio y comer algo caliente. En esos momentos seguía con mucho miedo y dudaba entre quedarme quieto y salir corriendo, entre gritar con todas mis fuerzas o quedarme callado.
Los pensamientos se sucedían dentro de mi cabeza a una velocidad increíble. Estaba desesperado, sin saber que rumbo tomar. En ese momento la delgada línea que separa la razón de la locura se afinaba cada vez más.
Seguí caminando uno o dos horas, no me acuerdo bien, hasta que encontré el hall de un edificio donde protegerme, más o menos dignamente, del frío.
Al haber caminado sin rumbo tanto tiempo, había perdido la orientación y no podía saber en qué lugar de la ciudad me encontraba.
Por suerte, los habitantes del edificio me dieron una mano, dándome comida y el portero me dio un poco de ropa. Así estuve en ese hall un día, pero estaba muy atemorizado, sabía que tenía que moverme porque una sospecha, un patrullero que pasara por ahí, un mínimo gesto, podían significar el fin de todo.
Entonces, seguí caminando, “Un blanco móvil es siempre más difícil que uno fijo”, pensaba. Cuando la vuelta a la nada era solo cuestión de tiempo, un cartel apareció como se les aparecen los oasis a los vagabundos del desierto en los cuentos. “ Carlos A. López” decía el letrero del nombre de la calle.

“Listo, zafé. Estoy en Villa Urquiza”. “Voy para lo de la tía Mimí”. Pensé.
Mimí en realidad no era mi tía, era una amiga de toda la vida de mi vieja pero era como si lo fuese. Cuando llegué a la calle Aizpurua, la incertidumbre me gobernaba por completo, pero sabía que el haber aparecido en ese barrio de Buenos Aires era sin duda un guiño de la suerte.
Toque el 2251 y esperé. Una voz de mujer anciana me contestó detrás de la mirilla. “¿Quién es? Me dijo”. Tía Mimí soy yo, Pedro. “No puede ser, Pedro está muerto señor” “Váyase por favor”. Luego de una larga conversación, donde di detalles que sólo yo conocía, logré convencerla y me hizo entrar.
En ese momento la zozobra que me gobernaba dejo paso a una cierta calma. Me sentía tranquilo y a salvo, sin embargo las dudas devoraban mi conciencia. No sabía que debía hacer primero, pensaba, pensaba y pensaba.
Luego de hablar con ella durante un par de días y conciente del riesgo que debía tomar y hablé por teléfono a casa. Mi madre tampoco entendía nada, y hacerle comprender la situación requirió varias llamadas, explicaciones y confesiones.
Finalmente, le pedí que por favor viniera a casa de Mimi, sola, porque necesitaba verla.
Estaba muy nervioso, pensaba exactamente que era lo que tenía que hacer y ya no estaba seguro de nada. Mi cabeza trabajaba a mucha velocidad y las dudas volvían a mí, y cada vez más me sentía arrastrado a un destino de locura.

Llegó el día del encuentro con mi madre y cuando ella apareció con Romina, cantidad de pensamientos comenzaron a clarificarse dentro de mi mente. Una inmensa alegría me recorrió el cuerpo, porque tuve la certeza de que ella aún me amaba, pero a la vez el terror de que pudiera pasarle algo me paralizaba.

Le insistí a Romi para que se vaya pero no hubo caso. “Ni loca, me decía, dos años te llore y ahora voy a seguirte donde sea, aunque fuera tres metros bajo tierra”
Profundamente conmovido mandé a mamá a hablar con Juancho ”Llévale mi documento y que vaya a la embajada de México a ver que pueden hacer, en un tiempo yo te llamo, vieja”.
De ahí en más estuvimos 2 meses escondidos en varios lugares, en lo de la abuela de Romi en Córdoba, el Chato nos aguantó un tiempo en El Bolsón y terminamos por un conocido en un pueblito de La Pampa.
El 17 de agosto de 1978 ya estábamos instalados en nuestro departamento del D.F.

miércoles, 1 de octubre de 2008

Para los que vieron "La llamada"


Un sueño:
Una de estas noches tuve un sueño. Era de noche y yo me iba del quincho de mi casa, cuando quise apagar el televisor apresuradamente ya que uno de los hombres con antecedentes penales que viven cerca de mi casa se encontraba en el jardín hablando por un celular. Acto seguido, intente apagar el televisor con el control remoto, sin embargo, sucedió algo parecido a la película de terror “la llamada”: el televisor se prendió solo. Luego intente apagarlo desde el botón propio del televisor y sucedió lo mismo( se volvió a encender solo).
Finalmente, apresurado porque no quería que me agarrara el ladrón, desenchufé el televisor de la pared, el cual se encendió por tercera vez. Ya asustado dejé el quincho y fui corriendo a mi habitación.
Este fue un sueño de Edi

Una metafora de mis viajes a la facu


2 horas y algo más

Benditas 2 horas. A veces sentado, otras veces parado, soportando el lloriqueo de los chicos o las quejas de los viejos o al loco de al lado con los auriculares; que primero me pregunto:
¿Que música estará escuchando que se mueve así? ¿heavy metal, punk, rock?, Segundo ¿se cree que esta en el recital que canta y salta?... Eh viejo, este es un espacio publico, se me ocurre gritarle. Aunque, más que bronca es cómico y me da risa porque todos lo miran como si estuviera loco.
Igualmente, lejos de prestarle más atención me distraigo al ver a una señora y su niño, el que debe ser su hijo o nieto, yo que se, esquivar un vomito más grande que mi perro pequines y al no ver donde sentarse se quedan parados y mirando a ver si alguien se apiada de ellos y les da un mísero asiento aunque este roto no importa porque acá, la clave es ir sentado. Mirando a todos lados y viendo que nadie se mosquea, y claro, si estamos en Argentina donde te ganan o vos le ganas a los demás. En fin, al ver que el niño no tendrá más de 4 años y que se mueve como si hubiera adentro un tornado ante cada frenada brusca del chofer, que parece que estuviera en una carrera de formula 1, me levanto y le sedo el asiento, total llevo más de una hora y mis piernas parecen un tronco de árbol y encima me queda una hora más.
La mujer me mira o la dama va para ser más educado me mira y me dice: gracias se lo agradezco eh. Como si lo que hubiera hecho yo fuese de otro planeta, fuese antiterrestre, inhumano es la palabra que lo describe más. La señora se sienta y como puede alza a su hijo o nieto entre sus piernas ya viejitas y cansadas y el desgraciado de al lado al que tuve que saltar para pararme y cederle el asiento sigue durmiendo como un desgraciado sin vergüenza. Al menos podría entornar los ojos para ver la situación a su derecha.
Ya parado y por lo menos estirado las piernas comienzo a ver a mi alrededor negocios y más negocios que ofrecen cosas lindas y caras, otras no tanto, cosas que ni mamado me compraría y cosas que no merecen ni la pena nombrar.
También me pierdo en la mugre de los vidrios y pienso. Viejo ¿ quien es el que limpia este cacharro?. Las ventanas se abren con dificultad, el pasamanos es intocable o tocable y hasta por ahí nomás. Pero al mirar a todos y sufrir las frenadas una tras otra brusca pienso: parecemos vacas encerradas que nos llevan al frigorífico o al matadero porque el cacharro se mueve como no se que y la gente va tan seria como si fuera a punto de morir.
En fin, mis ojos se pierden una vez más, pero esta vez, en números tales como 164, 110, 99, 15 y vienen acompañados de palabras: Plaza Pavón, Plaza Italia, Semirapido Uriburu, etc.
Son cacharros que llevan gente en igual de condiciones que nosotros. De repente, dejo de mirar por la ventana y mi vista se frena en el lugar de donde ha salido el inconfundible ruido de monedas cayendo. Pero como olvidar el timbre, fiel amigo de la mano del brazo del cuerpo de la cabeza de la mente del hombre que desea bajarse y decirle adiós a su viaje en colectivo.
Edi

Itinerario de un heroe egoista

3 grandes de Muzzarella

Rolo miró como aburrido las sillas y mesas que se contemplaban a lo largo del gran salón y recordó con un gesto cansador la rutina diaria. Acababa de abrir la pizzería “estilo Nacho” y se disponía a hacer lo que hacía todos los días que no iba a la Universidad del Salvador, a estudiar Administración de Empresas: trabajar en la pizzería de su padre Ignacio. Como era habitual comenzó a bajar una por una las sillas de arriba de las mesas procurando que no se le cayera el pesado bolso de entre los brazos. Es que Rulo, si no salía en moto a repartir pizzas, estaba en el caluroso horno de la cocina amasando o atendía los pedidos por teléfono, se dedicaba a leer los apuntes de la facultad para ganar tiempo.
Ya pasado un rato, se podían oír los fuertes ruidos en los grandes hornos de la cocina con los chefs yendo y viniendo, con variedades de pizzas en sus brazos. Los pibes del delivery ya se habían retirado y sólo quedaban dos: uno era Cacho, que despejaba sus problemas mirando un pésimo partido de la B Nacional por el televisor que pendía de la pared y Manu, a desgano, barría el piso del salón que poca mugre tenía. Ya resignado, Rulo se dispuso a leer un par de apuntes convencido de que sería otro día de rutina.
“Las empresas con equipos de procesamiento electrónico de datos acceden a....” Rolo leía una y otra vez sus apuntes de Administración, mientras intentaba sin éxito comprender lo que querían decir. No obstante, el ruido molesto del teléfono comenzó y claro; el reloj daba las 12:15 del mediodía y, como era de esperarse los clientes estaban ansiosos por probar la suave maza “estilo Nacho”.
Sin más, Rolo levantó el aparato y lo colocó en su oído al mismo tiempo que tomaba lápiz y papel para anotar:
-Pizzería estilo Nacho buenos días.
-Sí, quisiera pedir tres grandes de Muzzarella, - contestó una voz apagada.
- Su dirección, por favor- respondió Rolo.
Las siguientes palabras que escuchó hicieron que su corazón se paralizara y que se congelaran sus dedos, imposibilitándole escribir una sola palabra más.
Rolo colgó en seco. Con la cara pálida y en sudor extremo alcanzó a los gritos a pedirle 3 grandes de Muzzarella a Pedro, el jefe de chefs, y sin más tomó su moto y se dirigió a la Avda. Pueyrredón al 1000.
Ya, a dos cuadras del lugar, la Avenida estaba completamente cerrada y a simple vista se contaban 15 patrulleros de policías. Los oficiales estaban fuera de los vehículos con sus armas apuntando al suscitado lugar sin desviar sus ojos, siquiera por una mosca.
-Buenos días, dijo el oficial Carlos Beldrami ¿usted es el pibe del delivery no?
-Sí -dijo Rolo todavía sin poder creer lo que vislumbraban sus ojos.
-Acompáñeme- musitó el oficial mientras dirigía a Rolo hasta el Banco Francés ubicado en la esquina de Pueyrredón al 1000.
De repente, el horror se presentó ante las pupilas de Rolo. Más de 20 personas con rostros aterrorizados tenían sus caras apoyadas y pegadas frente a las tres grandes ventanas del banco.
-Tiene que entrar ahí y entregar las tres pizzas a alguno de los tres secuestradores. Le vamos a dar un chaleco antibalas- explicó Beldrami.
Rolo miró fijo al oficial, a medida que recordaba las películas de robos a bancos y tomas de rehenes que había visto. Por un instante pensó en negarse sabiendo que su vida corría peligro. Sin embargo, cuando vislumbró el rostro de su novia entre los vidrios, decidido, le dijo:
-Estoy dispuesto a hacerlo. Deme el chaleco- dijo en tono furioso.
- Mire que nosotros introduciremos un micrófono y cámara en las cajas así lo podremos ver y rescatarlos a todos, inclusive a usted- indicó Carlos.
-Espere; ¿por qué una cámara?
-Los delincuentes han destrozado todas las cámaras de seguridad, por lo tanto no podemos ver nada. Ahora, no me haga perder más tiempo y vaya.- ordenó Beldrami, para estas alturas ya agotado.

Una vez adentro Rolo dio una vista rápida al banco, el cual estaba en penumbras y era un desorden. Desperdigados por todos lados había papeles, teléfonos, vidrios rotos. A otro costado, varios empleados quebrados en llanto, gritos y nervios, se protegían acurrucados y agolpados, mientras el resto estaba de cara al vidrio y allí se encontraba justamente Andrea, su novia.
-Deme las pizzas,- ordenó un sujeto con una máscara
De repente, el secuestrador visualizó un destello de metal en la caja de una pizza y furioso hizo arrodillar a Rolo y sostener con el brazo en alto las cajas de pizza cuya muzzarela caliente comenzaba a derretirse. El secuestrador una vez revisado las cajas, meneó la cabeza, se dirigió unos pasos adelante, miró a Rolo y dijo:
- Es la tercera vez que aviso que no traigan cámaras y no me hacen caso.
Terminado de decir esto, cargó su rifle, dio media vuelta y voló de un solo tiro las cajas de pizzas de la mano de Rolo con muzzarela incluída llevándose el dedo índice de Rolo quien dio alaridos de dolor, mientras Andrea lo miraba horrorizada.
Este corto tiempo, había ayudado a los policías, quienes luego de haber visto las imágenes de la cámara estaban por las tuberías debajo del banco y comenzaban a rescatar a los rehenes. Sin embargo, en su enojo uno de los captores en cumplimiento de su promesa, tomó dos rehenes apuntándoles con el rifle para matarlos. En ese instante, Rolo reaccionó y pese al dolor levantó un bolso repleto de dinero y lo arrojó hacia una de las ventanas haciendo estallar la misma pero también, haciendo que los otros dos captores comenzaran a disparar acabando con la vida de los rehenes, mientras que Rolo, espantado, se escapaba por la ventana rota a paso apresurado hacia un hospital, sin importarle el resto de la gente y lo que dirían las noticias al día siguiente y olvidándose de su novia.
Edi

martes, 30 de septiembre de 2008

Cronica del BAFICI. Por Matías Stocchetti

¿A los independientes buscas vos?


Cuando el profesor Santiago nos dio la consigna de que debíamos ir al BAFICI a recolectar datos para la realización de una crónica, la verdad, no me cayó nada bien.
Soy un tipo bastante organizado con mis cosas y tener que hacerme un tiempo para ir a buscar algo que no sabía bien qué era, a un lugar nuevo para mí, no me resultaba muy simpático.

Finalmente, luego de varios análisis de sedes y horarios tomé rumbo hacia el Abasto, un miércoles después de almorzar. Tengo que decir que llevaba conmigo varios prejuicios.
Siempre me pareció que determinados eventos o reductos se poblaban de snob, de paracaidistas y de gente que estaba ahí para decir luego “Ay no sabes fui a tal lado y…”. Además el séptimo arte no es lo que más me gusta. Cuando voy al cine si la película me aburre me duermo y si veo una por la tele y va la publicidad, cambio de canal y me quedo enganchado con algún partido de fútbol olvidándome de lo que estoy viendo. El reproductor de DVD lo tengo porque mis amigos me lo dieron en mi cumpleaños pasado y ni siquiera soy socio de un videoclub. La que tiene carnet de socio en casa es mi mamá. Las únicas películas que veo las alquilan mis amigos y si quiero ver alguna me olvido de alquilarla. Todavía quiero ver “La ciénaga”. Así que fíjate como será.
Bueno, pero basta de tópicos que no le importan a nadie.
Cuando me bajé del subte en la estación Carlos Gardel tomé directamente la salida que te deposita en el shopping. De pronto empecé a ver gente “un poco rara” que caminaba para donde iba yo. Comencé a imaginarme que eran estudiantes de cine o algo por el estilo, con sus pantalones anchos, sus anteojos de marco grueso y algún que otro peinado ochentoso al estilo Soda Stereo. De repente, me perdí y a camine buscando algún indicio para saber donde tenía que ir. Siempre me sucede lo mismo en los centros comerciales, ya es una costumbre. Son siempre iguales, no tenés referencias para guiarte y los carteles me parecen confusos. De hecho son los últimos lugares a los que elegiría ir, a no ser que me arrastren mis amigos o vaya con alguna chica al cine, precisamente. Precisamente, había estado en el Abasto hacía relativamente poco tiempo porque fui al cine con alguien y en base a esa experiencia intenté ubicarme. Fue inútil.

Cansado de dar vuelta busqué los baños. En ese ínterin seguía observando gente que me parecía totalmente distinta de mí, pero me empezaba a gustar el ambiente que rodeaba al festival. Estaba seguro de que era una experiencia que debía aprovechar. Llegué a “la sala” donde están las puertas de los dos baños, había una mujer de unos cuarenta y pico de años parada al lado del ingreso del baño de hombres. Esto me llamo la atención, pero no le di mayor importancia. Cuando entre al baño, vi a un chico solo y entendí la situación. Al salir, cansado de dar vueltas le pregunté a la señora la ubicación de los cines. “Qué, ¿A los independientes buscas vos?”- me preguntó- le dije que si y me indicó como llegar. Cuando salí de ahí me agarro un ataque de risa al instante pensé: “¿Cómo supo esta mujer que yo iba al BAFICI?” ¿O será que me vio tan raro como yo veo a los otros?
Cuando volví sobre mis pasos como me había indicado ella encontré un enorme stand que decía: BAFICI. . Tomé un programa, pregunté por las boleterías y me fui.
Mi mayor preocupación en ese momento era conseguir entradas (Ya que se decía que muchas funciones estaban agotadas) y por sobre todo, tenía terror de caer en una proyección de cortos chinos traducidos al ruso y con subtítulos en catalán. Ahora bien, la zozobra me invadió cuando leí los nombres de los directores, tenían más consonantes que algún apellido uzbeco. Para colmo, ni un resumen, ni una reseña, ni nada. Antes de que la derrota sea definitiva, hice la fácil: Fui a la boletería y le dije a la chica que atendía: “Dame una para la película de Pinieyro.” Me acordaba que presentaba una película y confiaba en su capacidad, por los documentales de LAPA y de la Fuerza Aérea. Cuando habilitaron la sala, caminé por esos pasillos alfombrados y llenos de afiches que publicitaban los tanques de Hollywood, cuando algo que no sabía bien que era empezó a hacerme ruido dentro de la cabeza. Pero la claridad vino hacia mí al sentarme en la butaca. Vi como una mujer le compraba a un chico que venía con una bandeja, pochoclos y una Pepsi. La contradicción era lo que me hacía ruido: ¿Cómo era que ese tipo de películas y proyecciones se mostraban en un lugar como ése, donde comúnmente lo que vamos a ver ahí es completamente opuesto al concepto del BAFICI? ¿Cómo se le ocurrió a esa mujer ir a uno de los festivales de cine independiente más importantes del mundo y comerse una bolsa de popcorn? Por lo menos, era llamativo. La sala estaba por la mitad y en el publico había de todo: Jóvenes, gente mayor y personas que parecían vecinos que al volver del supermercado pasaban a ver que era eso con nombre de antibiótico de lo que tanto hablaban en la radio. La película (documental, a decir verdad) era un drama pero sin golpes bajos. Después el director nos dijo que por primera vez no estaba conforme con lo que había hecho y que presentó el documental porque se lo había pedido uno de los programadores del festival.
Al salir de la proyección seguía pensando, eran muchas anécdotas, novedades y reflexiones en sòlo algunas horas. La realidad es que todavía no llegué a sacar muchas conclusiones. Pero de algo estoy seguro: el BAFICI 09 no me lo pierdo.

Cronica del BAFICI

lunes, 29 de septiembre de 2008

Ahora si, disculpen

Chicos como les va? yo no pude por varios motivos pero ahora voy a tratar de juntar los escritos que Santiago me pidio subir al blog y los voy a subir. Prendanse ustedes y subamos todos cosas auqnue sean escritos que escriben cuando estan inspirados.

Un abrazo

Edi.

martes, 29 de julio de 2008

el proyecto de las vacaciones

¿Como les va gente??????. Espero que bien. Yo disfrutando de las vacaciones. Les ecribo con respecto al trabajo final. Ya que de las 8 hojas voy 5 de las cuales todo lo que escribi no me gustó para nada jeje. Los invito a que si tienen empezado su trabajo y les gusta, asi como hizo matias lo suban asi lo podemos leer y pueden inspirar a un par.
Otra cosa, si alguien consiguio alguno de los 2 libros (La Argentina Cronica o La mujer ducha) en otro lugar que no sea la facu avisen porque ME RECORRI TODO Y NO LOS ENCUENTRO
Nos vemos y felices vacaciones!!!!!!!!!!!!!!!!!

Edi

lunes, 14 de julio de 2008

Si alguien sabe la respuesta que la diga...

Yo trabajo en una biblioteca infantil y muy a menudo oigo de boca de los niños preguntas que ingenuamente me dirigen… por lo general me interrogan sobre los significados de algunas palabras, dentro de las más solicitadas podría enumerar “azar”, “hendija” o “rueca”…
Pero hace unos días estábamos con unas nenas terminando de escribir un cuento y una, de unos nueve años, me contó que hacía poco un chico había matado a su primo de trece años y que ahora quería matar a el hermano mellizo de su primo que a su vez era trillizo con su hermana (de la nena). Como suelo hacer, seguí la conversación sin reparar en lo absurdo de los parentescos y después de contarme todo me hizo una pregunta que es tal vez las más difícil de contestar luego de la clásica ¿de dónde vienen los bebés?, su pregunta fue “¿qué es la muerte?”. Yo, luego de un momento de meditación ensayé una respuesta lo más terrenal y objetiva posible en términos que pudiera comprender, le dije que es la nada, al ver su cara de “no entiendo” especifiqué: es cuando no ves ni escuchas ni sentís nada, tampoco pensas: no estás más… En seguida me di cuenta de que mi respuesta era confusa y poco contundente y comprendí lo difícil que es traducir en palabras la muerte (al menos para mí), así es que pensé un rato más y le conté lo que distintas personas piensan de la muerte: la reencarnación, la vida después de la muerte, el paraíso, el infierno…
Para cuando terminé de dar vueltas sobre el asunto la nena ya estaba dibujando uno de los personajes del cuento y había dejado de escucharme, pienso que no me entendió… no la culpo.

Mariana.

martes, 1 de julio de 2008

ahi va HÉROE DE HÉROES


A propósito del itinerario del héroe...

Esto es un verdadero héroe

A proposito del itinerario del heroe( Segunda parte)

NOTA: Hola gente, aca publico un poco mas de la historia que estoy escribiendo. Tengan en cuenta que esta en produccion. Comentarios, buenos y malos, bienvenidos.



-No trabajo un carajo ¿Que se piensan ustedes? ¿Saben quien soy yo?
- Si sabemos señor Blainst. Por eso esta aquí
- ¡No sean tontos, por favor! En dos horas van a tener a la INTERPOL y al FBI, pateándoles el culo. El poder del mundo se va a mover para buscarme.

- Aparte, ¿Que se creen? ¿Que mi mujer no va a sospechar nada?
- ¡Seguro, seguro que de presidencia ya saben que desaparecí!

- Seguro señor Blainst, claro que saben.

- ¿Que me esta queriendo decir? ¡Loco, desquiciado!

- Señor Blainst, me estoy cansando del parloteo Nos va a ayudar o no?

- No, no. De mi no obtendrán nada. ¡Antes era otra cosa, pero fueron muy lejos! ¡Como me van a secuestrar! ¡¡¡¿Están todos enfermos?!!!!

- No me obligue señor, no me obligue- dijo el tipo de traje- y tomo un teléfono del bolsillo interior de su saco.

- Hagan lo que quieran total, que van a hacer mas de lo que ya han hecho ¡Locos, traidores!

El tipo del saco toma su celular y marca:

- Díganle al ruso que el bebe ya esta acá. Anda llorando mucho. Que venga la babysitter así le da la mamadera.
- ¡Que mierda la radio esta! Nunca funciona.
Movía el aparato, como sacudiéndolo, trataba de sintonizar algo pero no lo conseguía.
Vencido por la situación, dejo el aparato sobre su escritorio, en medio de un revoltijo de papeles, cajas de pizza vacías y diarios viejos. Una pequeña batalla perdida, una entre tantas.

- ¿Qué haces Coco? ¿Ni te preparaste todavía? Mira que en quince minutos te esperan, eh? Acá te dejo la correspondencia.

- Gracias, Raulito, gracias. Vos si que sos un tipazo. No te preocupes ya subo.

Miranda deposito los sobres sobre el escritorio y cerro la puerta. Ordóñez quedo solo de nuevo. Un sentimiento de abandono se la hacia carne cada vez mas.

Que va ser. Estoy jodido nomás, pensó.

Apartó la correspondencia de todo el desorden para revisarla después. Fue al baño, se lavo la cara y se peino. Tomo su gamulan y se lo puso. De uno de los bolsillos saco su petaca. Apuro un trago y la guardo. Entonces, si, subió.

El ambiente era pobre, despoblado. La pintura de las paredes descascarada, formaba dibujos raros, como esos de las pesadillas trasnochadas. Solo hay una mesa con una silla y una cama.

-Escúchame, doctor Neurus, mas vale que le aflojes. Decía el, entre severo y paternal.
- Aparte sabes mucho y si no colaboras, otra que Sibac. Puré te van a hacer.
- Es mentira, yo tengo el poder. Soy el único que puede “resolverles el temita”.
-Vos mucho libro, mucho libro, pero poca calle eh?
Si no colaboras tarde o temprano van a encontrar a otro y plum, cagaste.
Blaist tomaba conciencia de que las acciones tipo Jhon Wayne no le iban a servir y se decidió súbitamente a prestar su ayuda… De pronto todo se le daba vueltas cuando la oscuridad lo tomo por completo.

Ordóñez se fue de la reunión con una sensación de derrota amarga. Pero considero que el final era anunciado y que debía plantearse nuevos desafíos. Su placa ya era historia, y solo le quedaba su viejo treinta y ocho Smith and Weson.
Llego a la pensión y tiro pesadamente la correspondencia sobre la mesa de madera.
Sentado sobre la cama encendió un Parisien y abrió uno de los sobres.
Juzgado numero… primera audiencia de conciliación…
¡La Gran Puta, me había olvidado!
Puede ser que no me sale ni una.
En eso prende la radio….Y en el duro oficio de vivir ni el tiro del final te va a salir! De nuevo el polaco.
Y bueno que se yo. Así le pagan a uno. Años con los pelos de punta, con los nervios destrozados ¿Para que?¿ Para esto? Un tiro, un tiro de los zurditos aquellos, en Tucumán, me abrieron como a un perro enfermo. Todo eso y al final me echan como un ciruja: “Inconducta y adicciones”. Porque no se iran bien a cagar mal nacidos de mierda. Una botella de Criadores matizaba su angustia.

viernes, 13 de junio de 2008

A proposito del itinerario del heroe

Un salto a la nada.

Llueve, llueve y llueve. El camina como un autómata, sin rumbo fijo. Va pensando y no sabe bien en que, pero piensa. No encuentra una solución, un rumbo, una manera de actuar, de hacer eso que tiene que hacer.

Saca sus Marlboro, prende uno y cruza la calle. De repente cae en la cuenta de que se esta mojando, y entra en un bar.

-Un cafe doble en jarrito, por favor.

No podia hablar. Un laconismo frio y duro invadia su personalidad. El no era así. Era verborragico, locuaz, sociable un raro espécimen entre sus pares. La cortina de agua caía insistente e implacable, “….mientras tanto la garúa se acentúa con sus púas en mi corazón….” Cantaba el polaco.

Su angustia era natural, como comer, dormir, o ir al baño. Solo que esta vez haciase tangible, palpable, tenia un porque. No podría solucionarla con terapia. Tampoco sus libros le brindarían ayuda.

El tenía la llave, la solución, el acabose y el fin. Era su obligación, su deber, aplicar la acción definitiva. Mientras reflexionaba sobre el carácter inexorable de la suerte que vaya a saber que dios había digitado para él, revolvía su café negro y lo tomaba a sorbos cortos y continuados.
De repente como eyectado por una fuerza exterior se paro y dejando paga la cuenta salio raudamente del lugar.
Agarro por Corrientes hasta Pueyrredon y allí se quedo parado esperando. En el momento menos pensado, escucho la contraseña: Quake, come with me.
Las palabras salieron de la boca de un tipo grandote, rubio, como de dos metros, sus bigotes eran grandes llevaba anteojos ahumados, traje sobrio y un piloto que parecía
italiano.
Juan, muy resolutivo, se hecho tras el. Fueron hasta Sarmiento y doblaron para el lado del bajo.

Cuando entraron por una puerta de madera con pomo de bronce, el grandote dijo:
- Hace horas que tenemos hombres patrullando la zona ¡Estabamos esperándolo!
¿Piensa que tenemos tiempo para perder? ¿Se cree que nos puede joder? Lo tenemos agarrado de las bolas ¿No se de cuenta?
Un sudor frió le recorría la espalda. Todas sus certezas se desvanecieron en un instante cuando sintió que la mano del grandote se hundía en su cara
- ¡Vos ahora lo que tenes que hacer, es obedecernos! ¿Entendes? Y sin hacerte el loco ehh…. La cordialidad se desvaneció como la miel entre los osos.

-Bueno, bueno. Hago lo que ustedes me pidan. No hagan ninguna locura por favor
Luego Juan se desmayo. Un cachiporrazo en la cabeza y chau.

La lluvia seguía, aunque parecía más liviana, menos implacable; como si estuviese decidiendo dar una tregua o no.

Se despertó en un lugar oscuro lo iluminaban en la cara y lo rodeaban un grupo de hombres vestidos como para ir al casamiento de alguna infanta europea.
- Escuche Blainst, acá tiene todo lo necesario: Los equipos, las maquinas y la gente que lo va a ayudar. Necesitamos la vacuna y rápido. Por que sino…………
Juan estaba resignado, si o si debía fabricar la vacuna. Los hombres que lo tenían capturado carecían de cualquier escrúpulo y sus jefes también.
El mal invisible se desataría de un momento a otro. La gente ignoraba, pero ellos no. Ellos lo sabían y también sabían que Juan Blainst era el hombre que podía salvar a los popes de la corporación Alfa.
- Mire Blainst tiene quince días. Si no lo hace…. Ya se lo dijimos antes ¿no? Póngase a trabajar.
Ah… me olvidaba: Usted no existe màs. Dijo un hombre de traje negro, arrojándole un Clarin a la cara.
TRAFICO ACCIDENTE: MUERE EL PREMIO NOBEL DE MEDICINA JUAN BLAIST.
Victima de un accidente murió el nobel argentino Juan Blaist cuando se dirigía por la autovia 2 hacia su ciudad, Mar del Plata. Se cree que pereció en el acto por el incendio de su vehiculo al chocar contra un camión, cerca de Chascomus. El científico dejo una viuda y dos niños pequeños.

- Ya ve. Trabaje por favor. Y… gracias.


Matias H Stocchetti















lunes, 2 de junio de 2008

BAFICI

El BAFICI juntó al rock y al tango en un solo lugar.

Si nos dirigimos al shopping del Abasto, antes conocido como el mercado donde se comerciaban frutas y verduras, podremos observar que en la entrada especial de los proveedores de este shopping, ubicada entre las calles Anchorena y Jean Jaurés, se encuentra la famosa peatonal “Paseo Carlos Gardel”, dedicada por supuesto, a homenajear con monumento incluído al joven cantante de tango nacido en Francia, que si bien tuvo una trágica muerte en un vuelo en Medellín, Colombia, su vida es hoy reconocida por sus innumerables tangos que lo destacaron como cantante. Sin embargo, este espacio, créase o no, fue utilizado momentáneamente como exposición del BAFICI (Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente), festival que luego de 10 años de su surgimiento se ha convertido en uno de los festivales más destacados del mundo y que se ha ganado un lugar en la agenda cinematográfica internacional y que estará en una gira del 8 al 20 de Abril.
Este Sábado 12 de Abril en plena gira tuvo su lugar la película “Luca” en homenaje a Luca Prodan, un rebelde cantante de Rock.
¿Su argumento? La vida de un hombre italiano que se educó en uno de los colegios más destacados de Escocia, Gordounstoun Collage, pero que en un momento se cansó de ser manejado por lo que el llamaba “el sistema escolar” y decidió rechazar ese futuro escapándose del colegio. Por supuesto, este hecho fue desaprobado por su padre y su madre, sin embargo, Luca, atacado por el boom del punk rock londinense vivió toda la década de los 70 en Londres tocando la guitarra en algunos bares y pubs de los barrios bajos. Años más tarde, en 1981 tomó un vuelo, a la Argentina, país que estaba atravesando una situación de plena dictadura y que , además, se encontraba ante la puerta de lo que fue la guerra de Malvinas. Aceptó la invitación de un amigo que vivía en un campo de Córdoba y vino a vivir a las sierras de Mina Clavero, sin hablar ni una sola palabra de español y planeando comprar vacas con todos sus ahorros. Al poco tiempo se aburrió de la tranquilidad y se mudó a Buenos Aires, a la localidad de Hurlingham..
Luca, formó allí la banda de rock “Sumo” que marcó a tres generaciones y que, aún hoy, sigue siendo una referencia en la música sudamericana. Su primera actuación importante se llevó a cabo en el Festival Rock del Sol a la Luna, en las instalaciones del Club Estudiantes de Buenos Aires en Caseros, el 20 de marzo de 1982 donde asistieron unas 20.000 personas. Esta banda estaba formada por Alejandro Sokol: batería; Diego Arnedo: bajo; Germán Daffunchio: guitarra; Luca Prodan: voz y Roberto Pettinato: saxo.
Rodeado de mujeres, amigos que lo querían y trataban de cuidarlo, Luca, igualmente cedió su vida a la heroína, a pesar de que la banda tenia éxito..
En su estadía en Argentina, mientras iban pasando los meses, fue grabando en cassettes, lo que sucedía en su vida y lo enviaba a su familia en Italia. Estas grabaciones más los testimonios de los familiares y conocidos que lo quisieron, ayudaron a que el director Rodrigo Espina pudiera recopilar este material y transformarlo en un documental como homenaje de los 20 años ya cumplidos de su muerte.
Para sorpresa de muchos, el público que acompañó este documental no era sólo gente roquera, porque, además de haber algunos seguidores de Luca, se encontraron todo tipo de porteños que entre pitadas de cigarrillos y mates decidieron pasar una tarde-noche en las afueras del Abasto pese a las condiciones climáticas.
Por su parte, el BAFICI, continuará promocionando la producción independiente, proyectando películas arriesgadas y por si fuera poco, integrará diversas expresiones culturales que reúnen directores con carreras destacadas. Aún más, seguirá deleitando a todo los habitantes de Buenos Aires con sus exposiciones y películas transmitidas al aire libre que convocan a miles y miles de porteños y gente de otros países, cada vez más numerosos en las calles de Buenos Aires, con premieres mundiales, estrenos argentinos y latinoamericanos. Este evento es el más grande y prestigioso para el cine independiente de América Latina y merece la pena ser visto.

jueves, 29 de mayo de 2008

BAFICI

Bienvenidos

Le damos la bienvenida al resto de los compañeros de Taller de Expresion 1 de la comisión 60 de Santiago Castellano. Esperemos que les guste este blog, sobre todo lo que publiquemos.
Saludos.